El proceso de vinificación influye de manera determinante en la expresión final de un vino. Tradicionalmente, el acero inoxidable ha sido el material más utilizado debido a su neutralidad y facilidad de control en la fermentación. Sin embargo, en los últimos años ha crecido el interés por explorar otros materiales que aporten diferentes matices a los vinos, especialmente en la elaboración de variedades minoritarias.
El proyecto VinGO ha desarrollado un estudio comparativo sobre la vinificación de estas variedades en diferentes tipos de recipientes, evaluando cómo cada uno de ellos influye en la evolución del vino:
- Acero inoxidable: mantiene la frescura y la expresión frutal de la uva, evitando cualquier influencia externa en los aromas y sabores.
- Ánforas de arcilla: permiten una ligera microoxigenación sin aportar aromas adicionales, destacando la textura del vino y preservando la pureza de la variedad.
- Depósitos de hormigón: combinan una moderada microoxigenación con estabilidad térmica, ofreciendo vinos con gran equilibrio y complejidad.
- Madera: aporta estructura y notas aromáticas propias del tipo de roble utilizado, potenciando el envejecimiento y la evolución del vino en botella.
Este estudio ha demostrado que cada material puede realzar diferentes aspectos del vino, lo que permite a los productores adaptar la vinificación a la tipicidad de cada variedad minoritaria. La combinación de estos métodos también ofrece nuevas posibilidades para la personalización de los vinos, abriendo el camino a estilos innovadores y diferenciados.